Este documental se introduce en los aspectos mejor guardados de las guerras de independencia en América Latina: el papel de las sociedades masónicas, de origen inglés.
Mientras los héroes patrios daban sus vidas a la causa, conspiraciones, infiltraciones, intrigas y planes secretos sostenían las luchas de poder.
¿Eran en realidad guerras de independencia masónica tras un plan de creación de un nuevo orden en el continente americano?
La Flauta Mágica de Mozart (La Flauta Encantada): una antigua Iniciación Egipcia".
Sinopsis: "Tamino, un príncipe, se encuentra en un lugar salvaje, donde es rescatado de una serpiente gigante por tres damas con velos, servidoras de la Reina de la Noche. La reina que también es llamada la Estrella Flamígera tiene una hija llamada Pamina, y, de acuerdo a lo que la reina le dice a Tamino, la joven ha sido secuestrada por un mago cruel llamado Sarastro. Si el príncipe puede rescatar a Pamina, entonces, él podría casarse con ella. A lo largo de sus aventuras Tamino es acompañado por un joven con cualidades contrastantes: Papageno es un cazador de aves, jovial y terrestre. Fortalecido por una flauta mágica y un juego de campanas. Ellos parten en busca de Pamina. Frecuentemente encuentran que las cosas no son como parecen ser. La reina en realidad es una saboteadora destructora; Sarastro es un líder espiritual que ha apartado a la joven de la influencia maligna de la reina. Gradualmente, ambos, el príncipe y Pamina, quienes se encuentran, llevan a cabo ritos de purificación que los capacitan, a entrar juntos al templo de Sarastro como servidores de la Luz. Tamino toca la flauta conforme pasa las pruebas de fuego y agua. Al mismo tiempo Papageno consigue el deseo de su corazón: una novia; Papagena, muy similar a su ser terrestre."
El Monte Moria (2 Crónicas 3,1) del Génesis (22,2) estuvo destinado a ser el emplazamiento del Templo de Yahveh, para el cual David había amasado ya grandes tesoros, pero cuya construcción se reservaba a Salomón.
Como hasta entonces los hebreos no habían cultivado las artes, Salomón se dirigió a Hiram, rey de Tiro en Fenicia, para conseguir constructores y obreros hábiles en la piedra, metal y la madera de cedro y ciprés del Líbano.
Tras siete años y medio de trabajo, el rey pudo dedicar solemnemente el templo del Dios verdadero.
Junto al recinto sagrado construyó después grandes edificios, entre los cuales la Biblia hace mención especial del palacio del rey, el de la reina, hija del Faraón, la casa del bosque, el pórtico del trono y el de las columnas.
El Monte Moria, que se extiende de norte a sur, es un largo espolón o promontorio, lindando al norte con el Monte Bezetha y limitado al este y al oeste por dos estrechos valles que se juntan en su extremidad sur.
Entre sus dos empinados declives la cima de la colina sólo permite un estrecho espacio para edificaciones, y para asegurar un adecuado emplazamiento para el Templo, los patios, y los palacios reales se construyó una plataforma levantando muros de sostén de bellas piedras cuidadosamente labradas que medían ocho o diez codos (1 Reyes 5,17; 7,9-10).
Según la tradición judía el Templo estaba en el punto más alto del Monte Moria, mientras que las habitaciones reales se construyeron al sur de su recinto y en un nivel más bajo.
El Génesis nos relata la huida de Jacob tras su enfrentamiento con su hermano Esaú. Rendido se echó a dormir con la cabeza apoyada en una piedra. En su sueño vio una escalera por la que subían y bajaban los ángeles. En lo alto estaba Dios que le hizo una serie de promesas.
En general se considera que la escalera de Jacob es la conexión entre el Cielo y la Tierra y simboliza la esperanza de los humanos de alcanzar el paraíso eterno subiendo.
En otros contextos menos religiosos representa el ascenso, el progreso y el paso de la oscuridad a la luz, de lo material hacia lo espiritual y también de la ignorancia al conocimiento.
Para el judaísmo tiene también otros significados:
La escalera simboliza los diferentes exilios que sufrirá el pueblo de Israel.
Los judíos creían que el templo de Jerusalen se levantó en el lugar donde Jacob tuvo el sueño de la escalera.
En el templo se realizaban sacrificios y oraciones y estos iban reforzando los peldaños de la escalera que constituían el puente o pacto que unía al pueblo judío con Dios.
Para los cristianos la escalera de Jacob puede representar: A Jesucristo como nexo o escalera de unión entre Dios y los hombres y cierra la brecha que existía entre el Cielo y la Tierra.
En la concepción mariana, la escalera representa a la Virgen María que es un puente para que los seres humanos puedan alcanzar el Cielo.
Para algunos teólogos los peldaños son los pasos sucesivos que han de seguir las personas para conseguir la excelencia y llegar ante la presencia divina.
Muchos eruditos han considerado la escalera como una metáfora, y en este sentido ya encontramos estos puentes entre el Cielo y la Tierra en otras religiones y culturas.
Por ejemplo en Persia, la religión de Mitra hablaba de los siete peldaños de una escalera que había que subir para alcanzar la perfección o las chacras de las religiones orientales por las que asciende la energía vital. Incluso en los mitos escandinavos se habla de un árbol por el que deben trepar los iniciados.